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¿CÓMO PUEDO LIBRARME DEL VACIÓ Y LA PREOCUPACIÓN?

Hacer la voluntad de Dios llena profundamente nuestros vacíos con gozo y nos libra de nuestras preocupaciones.

28 Entonces la mujer dejó su cántaro, fue a la ciudad y dijo* a los hombres: 29 «Vengan, vean a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hecho. ¿No será este el Cristo?».
30 Y salieron de la ciudad y fueron adonde Él estaba.
31 Mientras tanto, los discípulos le rogaban: «Rabí, come».
32 Pero Él les dijo: «Yo tengo para comer una comida que ustedes no saben».
33 Entonces los discípulos se decían entre sí: «¿Le habrá traído alguien de comer?».
34 Jesús les dijo*: «Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo Su obra. —
Juan 4:28-34 (NBLA)

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Jong Hyuk Park,  M. D.  |  10 de enero 2023

Ilustración 
Danny, quien apenas tenía 19 años, pasaba 10 horas del día buscando las mejores fotos de sí mismo. Era tan fuerte su deseo de conseguir la mejor foto que se encerraba en la casa, dejaba de ver a su familia, y hasta perdió diez kilos. Aunque a veces su obsesión causaba que tuviera pensamientos de suicidio, aun así, buscaba tomar la foto perfecta de sí mismo pues tenía mucho miedo de que otros pensaran que era feo.


Esta historia demuestra cómo todos sufrimos un vicioso ciclo de vacíos y preocupaciones. Por ejemplo, como este joven ¿qué haces tú cuando te sientes vacío/a o preocupado/a? Algunos duran horas y horas mirando televisión o el celular, otros emborrachándose y unos buscan la aprobación de otros. Perseguimos estas cosas porque pensamos que llenarán nuestros vacíos y nos librarán de nuestras preocupaciones. Sin embargo, nada de esto nos libra del ciclo vicioso sino más bien nos deja sintiéndonos más vacíos y más preocupados. Es decir, nuestros vacíos producen más preocupaciones y nuestras preocupaciones más vacíos. Por ejemplo, si pasaras 10 horas mirando televisión o tu celular ¿cómo te sentirías? Probablemente vacío y más preocupado. ¿Cuál es entonces la solución para este ciclo vicioso? Para responder a esta pregunta, Jesús nos demuestra una solución en Juan 4, justo después de que había tenido un encuentro con la mujer samaritana.

¿Por qué habla así Jesús?
Después de haber conocido a Jesús, la mujer samaritana deja su cántaro para volver a la aldea. Los discípulos, sabiendo cuánto tiempo probablemente había pasado Jesús sin comer, le insisten y ruegan: «Maestro o Rabí, come algo». Sin embargo, en lugar de comer Jesús les dice algo curioso: «Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo Su obra». Esto confunde mucho a los discípulos y estos comienzan a preguntarse: «¿Le habrá traído alguien de comer?». Los confunde y nos hace también preguntar, ¿por qué diría esto Jesús?

Cómo romper el ciclo vicioso de nuestros vacíos y nuestras preocupaciones
El Señor Jesucristo les dice esto para enseñarles algo increíble: que hacer la voluntad de Dios llena tanto a las personas que estas logran olvidarse de sus preocupaciones. A pesar de que Jesús probablemente tenía hambre física, no lo vemos buscando principalmente comida física. No vemos a Jesús preocupado y buscando ansiosamente qué comer porque Él sabía que había algo que lo podía llenar más. Jesús explica: «Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo Su obra». ¿Qué significa esto? Significa que cuando estaba evangelizando a la mujer samaritana y así haciendo la voluntad de Dios, esto lo había llenado de tanto gozo y satisfacción que no tenía preocupaciones ni vacíos. Por eso Jesús no buscaba principalmente pan, sino buscaba principalmente hacer la voluntad del Padre.
   

La voluntad de Dios logra romper el ciclo porque produce un gozo profundo
Esto no significa que Jesús nunca tuvo que comer, pues a pesar de todo fue humano. Más bien es algo más parecido a lo siguiente. Cuando alguien ve algo increíble, ¿cómo crees que se siente? Cuando en medio de la oscuridad de la noche, alguien alza los ojos para ver las millones de grandiosas galaxias y poderosas estrellas esparcidas a través del vasto cielo o las inmensas y tenebrosas montañas que derraman nieve cuando tiemblan, probablemente esa persona no está pensando, «¡Uy, qué hambre tan grande tengo!». Más bien probablemente está pensando, «¡Guau! ¡Qué increíble, grande y maravilloso es Dios!». La contemplación y el ver algo inmensamente grandioso llena tanto a esa persona que esta se olvida de sus propias preocupaciones. De la misma manera, cuando hacemos la voluntad de Dios, logramos contemplar y ver cuán grandioso, maravilloso y excelente es Dios que nos libramos de nuestros vacíos y preocupaciones. Es muy cierto entonces lo que dice Deuteronomio 8:3: «la gente no vive solo de pan, sino que vivimos de cada palabra que sale de la boca del Señor» (NTV).

Aplicación
¿Te has sentido últimamente vacío/a y lleno/a de preocupaciones? Según Jesucristo, ni el televisor, ni los videos de YouTube, ni los juegos de tu celular, ni la fama o el respeto de las personas llenarán profundamente los vacíos de tu corazón ni te librarán de tus preocupaciones. Según Jesús, es el ayudar a otros a conocerlo a Él mismo y a Dios lo que te permitirá romper el ciclo vicioso que hay en tu corazón. Entonces rehúsa vivir vacío y preocupado. Deja tus pecados atrás, pide perdón y decide vivir cumpliendo la voluntad de Dios compartiéndole a otros sobre Jesús. Hazlo y así verás no solo cómo tus vacíos y preocupaciones van desapareciendo en ti sino también en otros, mientras juntos contemplan los maravillosos, grandiosos y vastos planes de salvación que Dios preparó para la humanidad en Jesucristo, así como también ocurrió en la mujer samaritana y los de su aldea.

Copyright © 2023 por Jong Hyuk Park

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