En 2007, Heath Ledger se encerró en una habitación de un hotel en Londres para preparar su guión. Según el guión de la película, Heath Ledger dijo lo siguiente: “Fue una combinación entre leer todos los cómics que pude encontrar que fueron relevantes al guión, y luego meditar en ellos. Me encerré en un hotel durante aproximadamente un mes, y experimenté practicando con diferentes voces porque era importante tratar de encontrar diferentes voces y risas icónicas. Terminé aterrizando más en el reino de un psicópata, alguien con muy poca o ninguna conciencia de sus actos, un sociópata absoluto, un payaso asesino en masa a sangre fría”. Heath Ledger logró asimilar tanto la identidad de su guión que críticas de la película estuvieron asombrados con el guión de él. Sin embargo, Ledger asimiló tanto su identidad en el guión que llegó al punto en que este lo empezó a consumir y controlar. Consecuentemente, Heath Ledger reemplazó su miseria con medicamentos hasta que enfrentó la muerte por sobredosis. Heath Ledger murió al seguir una identidad diferente. 

 

La realidad es que muchos cristianos, como Heath Ledger, buscan una identidad fuera de su identidad en Jesucristo. Por ejemplo, dejan que su posición financiera les dé valor, que su carrera les dé seguridad, y que su reputación les dé aceptación y significado. Cuando se trata de identidades mundanas, la búsqueda de una identidad puede consistir en una lista larga. Pero la verdad es que los cristianos no fueron creados para abandonar su identidad en Jesucristo. 

 

En el libro de Colosenses, vemos cómo Pablo escribió algo al respecto. Cuando Pablo escribió la carta a los Colosenses, los receptores que habían puesto su fe en Jesucristo se habían desviado hacia unas enseñanzas falsas que decían que Jesús no era suficiente. Enfatizaban que los cristianos debían mezclar ideas filosóficas y judías a sus creencias para florecer en la vida. Por esta razón, Pablo exhortó a los cristianos jóvenes de Colosas que la vida cristiana no se trataba de caminar lejos de Cristo, sino que se trataba de seguir adelante con Cristo para florecer en la vida cristiana. Además, Pablo expresa que un creyente genuino tiene un anhelo y deseo de separarse del mundo, y que el cristiano siempre debe estar luchando en su vida espiritual para colocar su mente en Cristo (Colosenses 3:1-2). En otras palabras, él estuvo diciendo que los creyentes deben tener su identidad en Jesucristo al entender que ellos son aceptados, amados, adoptados, perdonados, y redimidos por Dios. 

 

Al examinar tu vida, ¿ves que tienes una crisis de identidad? ¿Tienes tu corazón puesto en una identidad de este mundo, la cual no pertenece a la voluntad de Dios? ¿Cuáles son las palabras que tu ambición te grita? ¿Te sientes insuficiente al seguir a Dios, lo cual es lo contrario a lo que el mundo valora? ¿Anhelas ser la mejor versión de ti mismo en un área particular, fuera de tu identidad en Cristo? 

 

No menosprecies la verdad de cómo Dios te ha dado una nueva identidad, la cual llevarás hasta el Reino donde te manifestarás en gloria (Colosenses 3:4). No subestimes la verdad de cómo Dios hizo esto por ti por medio de Su Hijo Jesucristo. Cuando Jesucristo murió en la cruz, perdió Su identidad gloriosa. Él perdió Su identidad como Hijo de Dios. Pero al perder esta identidad gloriosa, te dio la oportunidad de ser llamado un hijo y una hija de Dios que vienen con ella como: la aceptación, el amor, la adopción, el perdón, y la redención del Padre celestial. Siempre recuerda que Jesús no murió y resucitó para que puedas tener la mejor identidad en este mundo. Jesús murió y resucitó para que puedas tener una identidad perfecta en Él.