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DESCANSA Y CONFÍA
Jesús es nuestro descanso.
4 Porque así ha dicho en cierto lugar acerca del séptimo día: «Y Dios reposó en el séptimo día de todas Sus obras»;
5 y otra vez en este pasaje: «No entrarán en Mi reposo».
6 Por tanto, puesto que todavía falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes antes se les anunció las buenas nuevas no entraron por causa de su desobediencia,
7 Dios otra vez fija un día: Hoy. Diciendo por medio de David después de mucho tiempo, como se ha dicho antes:
«Si ustedes oyen hoy Su voz, No endurezcan sus corazones».
— Hebreos 4:4-7 (NBLA)
Daniel E. Seo, Th. M., MABC | 24 de agosto 2023
En una cultura donde se considera que el descanso es una señal de debilidad, las Escrituras nos presentan una perspectiva fundamental: descansar en realidad implica confiar. Dios estableció el concepto de descanso en el ritmo de la creación para que pudiéramos aprender a descansar. De todas las cosas que las Escrituras nos enseñan sobre el descanso, consideremos tres puntos fundamentales que la Biblia comunica al respecto. En primer lugar, Dios diseñó el descanso en la creación para enseñarnos a descansar (Génesis 2:2-3). Necesitamos descansar porque Dios descansó, y a diferencia de Él, nosotros necesitamos dormir y nos cansamos. Desde la creación, este es un diseño que debemos seguir. En segundo lugar, Dios estableció el descanso como un regalo para demostrar que Él provee (Éxodo 16:29). Dios instruyó a los israelitas a descansar en el séptimo día como una muestra de Su provisión, incluso cuando no estaban trabajando. En tercer lugar, Dios diseñó el descanso como un signo de liberación (Deuteronomio 5:15). Dios les recordó a los israelitas que descansaran y recordaran cómo Él los liberó de la esclavitud y la opresión. Estos tres puntos apuntan a la manera en que Dios actúa a nuestro favor cuando dedicamos un día a descansar en la semana y lo consagramos a Él.
Lamentablemente, los israelitas no siguieron estas implicaciones en sus vidas. Hebreos 4:6-7 registra cómo los israelitas no confiaron en Dios y no entraron en el descanso de la tierra prometida (Números 13:25-32). La razón por la cual no confiaron en Dios fue el temor que sintieron hacia el enemigo. Cuando enfrentaron la magnitud de los gigantes y a comparación de ellos, los israelitas se sintieron insignificantes y como langostas. Este miedo los llevó a tomar decisiones basadas en sus propias percepciones, lo que resultó en una falta de confianza en lo que Dios pudo hacer por ellos, y, en última instancia, los llevó hacia la desobediencia.
De manera similar, el miedo puede llevarte a confiar en lo que tú puedes hacer en lugar de descansar y confiar en Dios. Por tanto, si no estás tomando un día para descansar en Cristo, es importante que te preguntes lo siguiente: ¿De qué tienes miedo? ¿Temes el rechazo o la crítica de los demás? ¿Temes no tener suficiente para comer mañana? ¿Temes que Dios no proveerá un trabajo para ti? ¿Temes no contar con suficiente dinero al final del mes? Permitir que el temor controle tu vida te impedirá dedicar un día al Señor. Sin embargo, si realmente aprendes a confiar en Dios, podrás encontrar paz al descansar tu alma en lo que Él puede hacer por ti.
Para concluir, recordemos cómo Dios diseñó el descanso en la creación. El descanso es un regalo que demuestra la provisión y liberación de Dios. ¿Sabes lo que esto realmente significa? El descanso sabático nos revela que en Cristo encontramos verdadero descanso. Él provee todas nuestras necesidades y nos libera de la esclavitud del pecado. Es por esto que podemos confiar en que Jesús es nuestra única fuente de verdadero descanso.
Copyright © 2023 por Daniel E. Seo.