¿DÓNDE HEMOS PERMANECIDO?
Más que la fe, examinar nuestros deseos, nuestras acciones y si estamos permaneciendo en obediencia a Jesús revelan con mayor claridad quiénes somos realmente.
31 Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: «Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos;
32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres».
33 Ellos le contestaron: «Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices Tú: “Serán libres”?».
34 Jesús les respondió: «En verdad les digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado;
35 y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre. 36 Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres.
37 Sé que ustedes son descendientes de Abraham; y sin embargo, me quieren matar porque Mi palabra no tiene aceptación en ustedes.
38 Yo hablo lo que he visto con Mi Padre; ustedes, entonces, hacen también lo que oyeron de su padre» [...]
44 »Ustedes son de su padre el diablo y quieren hacer los deseos de su padre. Él fue un asesino desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira. — Juan 8:31-44 (NBLA)
Jong Hyuk Park, M. D. | 30 de marzo 2023
Ilustración
Existe un reporte de un hombre de 59 años quien, cuando asistió a su consulta médica lucía y se sentía bien. Sin embargo, al escuchar que había sentido molestias en el pecho en los últimos meses, el médico le insistió en que era importante que se hiciera un examen adicional. Posteriormente, descubrieron mediante el examen que su corazón estaba en realidad muy enfermo y por ende pudieron realizarle una cirugía reparativa.
Es posible creer en Jesús y ser hijo del diablo
De la misma manera, hay algo similar que está ocurriendo en Juan 8. Así como el hombre de 59 años, hay un grupo de personas judías que lucía bien pues dice: «Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él […]» (v. 31). Por tanto, creemos que todo está bien pues Juan 1:12 dice: «pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios» (NTV). A pesar de esto, es sorprendente ver que Jesús les dice cosas contrarias a las que uno esperaría. En lugar de llamarlos hijos e hijas de Dios, infiere que son «esclavos del pecado» (v. 31-34) y les dice también «Ustedes son de su padre el diablo» (v. 44).
Esto los ofende tanto que ellos comienzan a defenderse. Le dicen: «Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices Tú: “Serán libres”? […] tenemos un Padre, es decir, Dios» (vv. 33, 41). Sin embargo, Jesús insiste en su hallazgo y actúa como el médico que le pudo haber dicho al paciente «sí, puede que luzcas bien, pero, aun así, tu corazón está muy enfermo». Por tanto, es claro que: es posible creer en Jesús y aun así ser hijo/a del diablo.
Más que la fe, nuestros deseos y nuestras acciones son exámenes que revelan de manera más clara quiénes realmente somos
Ahora, es importante recordar que el médico le insistió a su paciente que se realizara un examen del corazón. Esto es debido a que, al revisar el historial del paciente, en el cual el paciente reportaba haber sentido incomodidades en su pecho, el médico supo que algo andaba mal. De manera similar, aunque este grupo de judíos no lograba ver que había algo mal en ellos, Jesús insiste en que se debían examinar con mayor profundidad y provee las razones de por qué dice esto. Dice: «Si son hijos de Abraham, hagan las obras de Abraham. Pero ahora me quieren matar, a Mí que les he dicho la verdad que oí de Dios». También dice: «Ustedes son de su padre el diablo y quieren hacer los deseos de su padre» (v. 44). Es decir, Jesús aclara que: más que la fe, nuestros deseos y nuestras acciones son exámenes que revelan de manera más clara quiénes realmente somos.
Permanecer bajo la luz de Jesús es lo que mejor revela nuestra condición interna
En vista de lo mencionado, el médico entonces le solicita una imagen que le permitiría saber con casi cien porciento de seguridad la condición del paciente. Similarmente, Jesús revela que hay un examen que revela con seguridad la condición interna de los judíos. Les dice: «Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos [...]» (vv. 31-32). Aquí la palabra clave es «permanecer», el cual básicamente significa obedecer los mandamientos de Jesús.
Entonces, es como si hubiese un poste de luz y dos personas diferentes a quienes a cada uno se les dio la siguiente instrucción: «vayan y permanezcan bajo la luz». El que está siendo obediente entonces es el que está permaneciendo bajo la luz. Esto revela entonces que los judíos no querían permanecer bajo la luz de las Palabras de Jesús porque no eran hijos de Dios. Por tanto, se puede decir que: permanecer bajo la luz de Jesús es el examen más importante que mejor revela quiénes somos. Estar bajo la luz que emite la Palabra de Jesús no solo nos ayuda a descubrir nuestros pecados sino también saber quiénes somos realmente.
Aplicación
¿Has estado odiando a alguien? Debes ver, por medio de este pasaje, que esos son sentimientos que un hijo del diablo tendría, no un hijo/a de Dios. También, dices que tienes fe, ¿pero odias a Jesús porque te dice la verdad de tus pecados? Es importante que veas que, más que la fe, son tus deseos y tus acciones los que revelan más sobre quién eres realmente.
Por tanto, si has hecho y sentido estas cosas, ¿irías a la cruz de Jesucristo y permanecerías bajo la luz de Su Palabra adonde puedes confesar tus pecados y recibir perdón? ¡Recuerda que el no querer permanecer bajo la luz de Jesús es un sentimiento diabólico! ¡Es satánico no querer descubrir lo abominables que son tus pecados mientras permaneces bajo la luz de Jesús! ¡Es perverso, no querer darte cuenta de cuán grande es tu necesidad del perdón de Dios! Por tanto, así como el hombre de 59 años lo hizo, ¡busca librarte de tu enfermedad! ¡Ve y no escapes del Gran y Supremo médico Jesús!
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