EL VIAJE CRISTIANO
Para discernir si estamos yendo en el viaje cristiano, necesitamos evaluar la dificultad, el destino y la disposición de nuestro viaje.
9 Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla llamada Patmos, a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús. — Apocalipsis 1:9 (LBLA)
Samuel E. Seo, Th. M. | 14 de junio 2023
Cuando estalló la guerra entre Ucrania y Rusia en 2022, un niño ucraniano de 11 años llamado Hassan cruzó el país a pie para escapar de la invasión rusa. Como su abuela no podía hacer el viaje, su madre se quedó atrás. Envió a Hassan en un viaje de más de 1.000 km (620 millas) totalmente solo hacia Eslovaquia donde estudiaba su hermano. Cuando llegó sano y salvo a Eslovaquia, la gente se quedó asombrada y lo llamaron «héroe» por su coraje y perseverancia.
Tres características del viaje cristiano
Al igual que este niño Hassan que aguantó el largo y arduo viaje en tiempos de guerra, nuestro viaje cristiano también es un viaje largo y arduo en tiempos continuos de guerra espiritual. Pero ¿cómo sabemos si realmente estamos en este viaje cristiano? ¿Cómo podemos saber si nos estamos desviando? En Apocalipsis 1:9, Juan utiliza tres descripciones que nos ayudan a discernir si estamos en el camino del viaje cristiano. Él dice: «Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla llamada Patmos, a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús» (LBLA).
Primero, Juan enfatiza la dificultad del viaje cristiano. El viaje cristiano consiste en tribulaciones y pruebas que se presentan mientras se lucha contra los duros vientos del mundo. Si nos parece que ser cristiano es siempre fácil y cómodo, deberíamos tomar nota. No somos llamados a acomodarnos al mundo y vivir en constante placer y lujo; al contrario, somos extranjeros de este mundo que han de permanecer constantemente listos para partir y en movimiento sin ningún apego mundano (cf. 1 Pedro 1:1).
Segundo, Juan enfatiza el destino del viaje cristiano. Es un viaje hacia el Reino de Dios, nuestra residencia propia y permanente donde nos encontraremos con Dios y lo disfrutaremos para siempre. Debemos fijarnos bien si nos encontramos principalmente invirtiendo nuestra fuerza, dinero y recursos en cosas del mundo en lugar del Reino. Eso es desviarse a otro lugar que está fuera de los límites seguros del Reino, donde habrá «el llanto y el crujir de dientes» (Lucas 13:28, LBLA).
Por último, Juan enfatiza la disposición necesaria para tener éxito en el viaje cristiano. Es un viaje que sólo puede completarse con paciente perseverancia. Es una actitud que ejemplificó Jesús, quien «por el gozo puesto delante de él soportó la cruz» (Hebreos 12:2, LBLA). Si nos encontramos sin ninguna lucha que requiera la paciente perseverancia, deberíamos tomar nota. El viaje cristiano siempre consiste en tentaciones que nos distraen de nuestro destino final, porque estamos en tiempos de guerra contra el diablo y sus demonios (Efesios 6:10-12). El viaje cristiano requiere una fidelidad que está siempre dispuesta a ir hasta el punto de la muerte por la corona de la vida preparada para nosotros (Apocalipsis 2:10).
La ayuda de Dios en nuestro viaje cristiano
[Entonces,] Para discernir si estamos yendo en el viaje cristiano, necesitamos evaluar la dificultad, el destino y la disposición de nuestro viaje. Afortunadamente, nuestro viaje cristiano tiene más seguridad y garantía que la que tuvo el viaje del niño de 11 años Hassan. En primer lugar, a pesar de su dificultad, no es un viaje solitario. Nuestros hermanos y hermanas en Cristo también están juntos en este camino. En segundo lugar, nuestro destino final no es impreciso. Sabemos exactamente cómo llegar gracias al Espíritu Santo quien nos guía a través de Su Palabra. Y, por último, no es un viaje imposible. Aunque el camino hacia el Reino es un camino estrecho, Jesús cumplió la tarea imposible de allanar el camino hacia su Reino con su fidelidad en la cruz por nosotros. Él no permitirá que seamos tentados más allá de lo que podemos resistir (cf. 1 Corintios. 10:13).
Conclusión
Si estás avanzando fielmente en tu caminar cristiano, habrá días en que luchar contra los vientos del mundo será bastante difícil. Recuerda que tus hermanos y hermanas en Cristo también luchan contra ellos mientras caminan contigo en este difícil viaje. Habrá días en los que tu viaje se vea empañado por la niebla de la incertidumbre y la duda. Recuerda que el Espíritu Santo te guía con el mapa de Su Palabra. Incluso, habrá días en los que sientas ganas de rendirte. Recuerda que Jesús ya completó la tarea imposible de allanar el camino a Su Reino con Su obra en la cruz. Él está contigo ahora; Él te fortalecerá y no permitirá que seas tentado más allá de lo que puedas resistir.
Copyright © 2023 por Samuel E. Seo.