EL JUICIO PÚBLICO
El Juicio Final no es un lugar para esperar por nuestro derecho a la privacidad.
11Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. 12Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. 13Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. 14Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. 15Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
— Apocalipsis 20:11-15 (LBLA)
Samuel E. Seo, Th. M. | 13 de marzo 2020
Mientras lees este artículo lo más probable es que estés usando internet, desde un computador o desde tu celular. Sabrás que hay programas que nos permiten navegar por internet como Internet Explorer y Chrome, y si estás muy familiarizado con el tema sabrás que estos programas tienen una función que se llama registro de historia o historial. Esta es una función que registra todas las páginas que fueron visitadas. Si un usuario navegó por una página web vergonzosa como una página pornográfica y no quiere que alguien sepa sobre la navegación, existe también la opción de borrar su historial completamente.
Pues bien, hay otro historial que está registrando en perfecto detalle cada hecho, pensamiento y emoción, buenos y malos, de nuestras vidas, pero este NO se puede borrar. Y cada uno de nosotros, cada ser humano tiene que pasar por un evento donde todo ese historial será revelado. Este evento es el Juicio Final. Cada hecho, pensamiento y emoción, buenos y malos, serán juzgados. Nadie escapará de este juicio. Dios revelará en perfecto detalle cada una de nuestras buenas obras para recompensarnos y glorificarnos, y también cada uno de nuestros pecados para que Jesús pueda defendernos como nuestro abogado. 1 Juan 2:1: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (LBLA).
La pregunta ignorada
Pero, hay una pregunta que muchos cristianos no hacen o que quizá quieren ignorar, y es la siguiente: ¿Será la revelación de cada uno de nuestros pecados en el Juicio Final de Dios pública? O, en otras palabras, ¿quiénes estarán presentes cuando el historial de todos nuestros pecados, aun los más feos y vergonzosos, sean revelados en el Juicio Final?
Pensamos como si fuera algo obvio que Dios va a revelar cada una de nuestras buenas obras, nuestra recompensa y nuestra glorificación públicamente. “Eso tiene que ser público”. En cambio, cuando hablamos sobre la revelación de cada uno de nuestros pecados, la suposición es que esa tiene que ser privada. Pero, ciertamente, ¿será privada? ¿Cuán pública será la revelación de cada uno de nuestros pecados en el gran trono blanco?
Apocalipsis 20:11-15: “11Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. 12Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. 13Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. 14Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. 15Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego” (LBLA).
El Juicio Final es público
Lo que ocurrirá delante de este gran trono blanco es el Juicio Final. Es ahí cuando Dios revelará todas nuestras buenas obras y también todos nuestros pecados, pero con Jesús como nuestro Abogado. Y gracias a Jesús, nuestros nombres estarán escritos en el libro de la vida. Pero ¿quiénes estarán presentes en este tribunal divino, en esta corte gloriosa de Dios? Apocalipsis 20:12 dice: “Vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios”. Grandes y pequeños básicamente hacen referencia a personas de todo tipo, clase y posición. En otras palabras, todos. Entonces, se ve que el juicio será en frente de todas estas personas. ¿Es un juicio privado o público? Se ve que será público.
Cada uno de tus pecados (y los míos también) serán revelados en el Juicio Final. Jesús también dice en Mateo 10:26: “Así que no les temáis, porque nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse”. La traducción de LBLA es un poco difícil para entender. Nueva Traducción Viviente, la cual es una traducción que traduce más sentido por sentido que palabra por palabra, es un poco más clara: “Así que no tengan miedo de aquellos que los amenazan; pues llegará el tiempo en que todo lo que está encubierto será revelado y todo lo secreto se dará a conocer a todos”.
Contraargumento bíblico
De pronto puedes estar pensando: “Pero, citas bíblicas como Isaías 43:25 y Hebreos 10:17 dicen que Dios nunca recordará nuestros pecados. ¿Esto no aplicaría en el Juicio Final?”.
Esta es una buena pregunta. Pero es importante interpretar bien esos versículos. Es una contradicción afirmar que un Dios omnisciente puede literalmente olvidar. Decir que Dios omnisciente puede olvidar es similar a decir que un círculo puede tener esquinas. Un círculo no puede tener esquinas. Es una contradicción decir que Dios omnisciente puede literalmente olvidar. Entonces, lo que estos textos están diciendo es: aunque Dios conoce todos nuestros pecados, Él decide no recordar en el sentido de que Él nunca contará nuestros pecados en contra de nosotros.
Contraargumento mental
Entonces, ¿por qué tiene que ser público? El Juicio Final es nuestro momento de exaltación, aprobación y recompensa por nuestras buenas obras, pero es aún más el momento de la exaltación de Dios. Cuando nuestros pecados sean revelados en público, eso magnificará y glorificará el amor y la misericordia de Dios. Te doy un ejemplo, compara estas dos declaraciones: “Ese señor perdonó a ese criminal” y “Ese señor perdonó a ese asesino criminal que mató a su esposa y su único hijo”. ¿Cuál de las dos magnifica más la profundidad del perdón que fue mostrado al asesino? La segunda, ¿no es cierto? ¿Por qué? Porque la gravedad del pecado del asesino fue revelada.
Cuando nuestros pecados, especialmente los pecados más feos y vergonzosos, sean revelados, eso magnificará más el amor, la misericordia, la bondad y el sacrificio tremendo de Jesucristo quien nos defiende. Toda la humanidad lo verá y dirá: “Guau… Dios perdonó a un pecador así”. El Juicio Final no es un lugar para esperar por nuestro derecho a la privacidad, sino para admirar el glorioso amor, misericordia y justicia de Dios todopoderoso.
Contraargumento emocional
Cuando estuve en el seminario en los Estados Unidos, fui a un restaurante a almorzar con una amiga del seminario que estudiaba consejería bíblica y otro amigo. Recuerdo que estábamos hablando sobre los tiempos finales. Llegamos a hablar sobre el Juicio Final y hablamos sobre esta pregunta: ¿Cuán pública será la revelación de nuestros pecados en el Juicio Final? Yo expliqué todo lo que acabo de decir, que será totalmente pública, que todos estarán presentes. Todos escucharán y sabrán. Descubrí que mi amiga seminarista nunca había meditado en esta pregunta y la tomó con mucha sorpresa. “¡Uy, no! ¡Eso no puede ser! ¡No puedo aceptar eso!”. Recuerdo que me reí silenciosamente para mí mismo y pensé: “Pero… ¿qué pecado cometiste para reaccionar así?”.
De pronto te estás sintiendo así. Es difícil pensar que todos nuestros pecados serán publicados en frente de todos. Pero, sentir así nos muestra otra cosa. Nos muestra una falla tremenda con nuestra fe en Dios, y es que estamos más preocupados por las opiniones de los demás que conocerán nuestros pecados que por la opinión de Dios quien ya conoce todos nuestros pecados. ¿Estás preocupado sobre qué pensarán los demás? Y entonces, ¿la opinión de Él?
Conclusión
La próxima vez que enfrentes una tentación, recuerda que, si caes en el pecado, yo lo sabré en el Juicio Final. Tu esposo o esposa sabrá. Tu familia lo sabrá. Tus amigos lo sabrán. Toda la humanidad lo sabrá. Por lo tanto, arrepiéntete de tus pecados pasados y lucha fuertemente contra tus pecados en el nombre de Jesús para que puedas estar de pie junto a tu Abogado en el Juicio Final con una confianza completa.
Copyright © 2019 por Samuel E. Seo. Este artículo es adaptado de una predicación en la Iglesia Gozo Eterno en el 2019.
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.lbla.com.