LA BATALLA INTERMINABLE
Si vives en una batalla interminable de pecado, mira a Jesucristo quien quita la mentira de Satanás de tu corazón a través de la cruz.
Y la serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: «No comeréis de ningún árbol del huerto»? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: «No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis». 4 Y la serpiente dijo a la mujer: Ciertamente no moriréis. 5 Pues Dios sabe que el día que de él comáis, serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal. 6 Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales. — Génesis 3:1-7 (LBLA)
Daniel E. Seo, Th. M., MABC | 12 de julio 2021
Alguna vez te has preguntado, ¿Por qué peco? ¿Por qué sigo cometiendo los mismos pecados y regresando a mi propio vómito? ¿Por qué sigo haciendo lo contrario a lo que Dios me dice? Estas preguntas se vuelven como una batalla interminable en la mente que hacen que uno llegue a un punto de su vida sin resoluciones.
Pero la buena noticia es que sí hay una resolución a estas preguntas al ver cómo comenzó el pecado. En Génesis, Dios da un solo mandamiento a Adán y Eva sobre el árbol del conocimiento del bien y del mal y les dice: si comes del fruto, “ciertamente morirás (Génesis 2:16-17)”. Sin embargo, la respuesta de la serpiente fue completamente lo contrario, “ciertamente no moriréis” (Génesis 3:4). Primero, la serpiente ataca la integridad y el carácter de Dios al decir que Él es un mentiroso, y luego, dice que los ojos de Adán y Eva iban a ser abiertos conociendo el bien y el mal. En esencia, Satanás les estaba mintiendo al decir que Dios quería retener todo lo que es bueno de ellos, y que ellos debían tener el control de sus vidas al colocarse en el centro de sus propias existencias, en lugar de a Dios.
Desafortunadamente, Adán y Eva creyeron en la mentira por medio del árbol, y sus ojos sí fueron abiertos, pero en lugar de obtener un poder divino como les había mentido Satanás, ellos empezaron a sentir un vacío, una insuficiencia, un temor y una vergüenza. Al sentir las consecuencias del pecado, empezaron a cubrirse con hojas de higuera que solo se marchitarían con el tiempo (Génesis 3:6-7).
Si quieres ver por qué empiezas a pecar o por qué sigues viviendo en pecado, tienes que preguntarte si has creído las mentiras de Satanás cuando él te dice que Dios quiere retener todo lo que es bueno de ti. Tienes que preguntarte si has creído las mentiras de Satanás al decirte que tienes que estar en el centro de tu propia existencia, en lugar de a Dios. Si estás viviendo en pecado al creer estas cosas, también tienes que preguntarte si estás usando hojas de higuera del mundo, como el alcohol, sexo, dinero, el éxito, la gente u otras cosas para cubrir tu vacío, insuficiencia, temor y vergüenza que, como las hojas de higuera, solo se marchitan con el tiempo.
Si eres alguien que vive en esta batalla interminable, tal vez has declarado, “voy a disciplinarme más para vencer esta batalla interminable.” Pero la verdad es que nunca encontrarás una salida al forzar cosas positivas en tu mente. Más bien, tienes que mirar cómo Dios solucionó la desobediencia de Adán y Eva. Dios le dijo a Adán y Eva, “Confía en que yo soy Dios. Confía en que te amo y obedece mis palabras sobre el árbol que trae la muerte”, pero Adán y Eva no le obedecieron sobre el árbol que trajo la muerte. Así que Dios tuvo que enviar a Jesucristo, Su hijo Unigénito, quien sí obedecería al Padre sobre la muerte en el árbol que traería la vida eterna. Si quieres vencer la batalla interminable, tienes que entender que la serpiente puede poner una mentira en tu corazón por medio de algo tan simple como el árbol, pero Jesucristo puede quitar la mentira de Satanás de tu corazón a través del árbol más significativo, la cruz.
Si verdaderamente crees que Dios hizo esto, recordarás que ya no eres un esclavo, sino un hijo, amado y aceptado, o una hija, amada y aceptada. Si tienes la confianza de estas verdades, comprenderás que cada deber cristiano es una hermosa elección que puedes tomar en la vida, y que, con el tiempo, tu batalla interminable llegará a su fin.
Copyright © 2021 por Daniel E. Seo.
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.lbla.com.