LA PALABRA DE DOBLE FILO
La palabra de Dios es peligrosa, pero necesitamos confrontar sus riesgos para recibir Sus efectos de vida.
16 En su mano derecha tenía siete estrellas, y de su boca salía una aguda espada de dos filos; su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza.
— Apocalipsis 1:16 (LBLA)
12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón.
— Hebreos 4:12 (LBLA)
Samuel E. Seo, Th. M. | 26 de julio 2023
Como cristianos, ya sabemos que la Palabra de Dios es una bendición. Dios decidió revelarse para que podamos conocerlo a través de la salvación de Su Hijo Jesucristo y a través del Espíritu Santo quien nos santifica cada día. Esta verdad es un privilegio del cual todos los que recibimos Su salvación nos daremos cuenta cuando estemos con Dios para siempre en Su reino eterno. Sin embargo, debido a que la Palabra de Dios es vista en términos de bendición, olvidamos o no reconocemos que la Palabra de Dios también es peligrosa.
La Palabra peligrosa
En Apocalipsis 1:16, Juan tuvo una visión de Jesucristo en Su majestad divina donde «de su boca salía una aguda espada de dos filos» (LBLA). Esta aguda espada de dos filos se refiere a la Palabra de Dios de acuerdo con lo que dicen otros textos bíblicos. Por ejemplo, Hebreos 4:12 dice: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón» (LBLA; ver también Isaías 49:2; Efesios 6:17). Pero ¿por qué una espada de dos filos?
La Palabra de Dios es descrita como una aguda espada de dos filos porque es capaz de ser peligrosa y destructiva. Contra Sus enemigos, la Palabra de Dios tiene el poder de juzgar y condenar a la muerte (Juan 12:48). Escuchar la Palabra de Dios despierta la naturaleza rebelde que nos conduce a pecar contra Dios a fin de llevar fruto para la muerte (Romanos 7:5). Conocer la Palabra de Dios nos deja responsables y con menos excusas delante de Dios cuando decidimos desobedecerlo (Juan 15:22). Aceptar la Palabra de Dios nos divide contra los que no siguen a Dios; nos hará enemigos del mundo, marginados y perseguidos (Lucas 12:51). Aplicar la Palabra de Dios nos hace sufrir un doloroso proceso quirúrgico espiritual que asesina nuestros egos pecaminosos y reemplaza nuestras identidades con la identidad de Cristo (Gálatas 3:19-20).
La Palabra preciosa
Entonces, ¿no es mejor nunca confrontar la Palabra de Dios y no sufrir el peligro que viene a través de ella? ¡Absolutamente no! porque sin los riesgos de escuchar, conocer, aceptar y aplicar la Palabra de Dios, nunca recibiremos las bendiciones de Él. Sin la penetración transformativa de la Palabra de dos filos que destruye nuestros egos pecaminosos y rebeldes, nunca recibiremos la salvación prometida de Dios. Sin la decisión y la lucha de vivir de acuerdo con la Palabra de Dios, nunca tendremos el derecho de ser hijos e hijas de Dios (Juan 1:12-13). Si nunca abrazamos la Palabra de Dios a través de la confesión de pecados que reafirma nuestra vida arrepentida, nunca disfrutaremos la vida eterna en el Reino de Dios (Juan 8:51).
¿Estás tomando en serio la naturaleza peligrosa de lo que Dios te dice a través de Su Palabra? Los efectos peligrosos de saber la Palabra de Dios no son opcionales. En otras palabras, no tienes la opción de solo recibir los efectos buenos y evitar los efectos peligrosos. Al contrario, tienes que confrontarte a ti mismo y pasar por el proceso peligroso de la Palabra para recibir sus efectos de bendición. Solo así, cuando la Palabra de Dios es un arma de destrucción contra Sus enemigos, siempre será tu arma de protección. Cuando la Palabra de Dios juzgue y condene a Sus enemigos, siempre te perdonará de tus pecados y te defenderá. Aunque la Palabra de Dios te dejará marginado y perseguido por el mundo, siempre te prometerá el derecho de ser llamado hijo/hija de Dios. Aunque la Palabra de Dios dolorosamente destruirá tu ego pecaminoso y rebelde, te dará una nueva identidad gloriosa y perfecta en Jesucristo. La Palabra de Dios es peligrosa para los que la rechazan, pero es la luz de esperanza para los que la abrazan. Amén.
Copyright © 2023 por Samuel E. Seo.