PARA PERFECCIONAR LO QUE ES BUENO
¿Por qué Dios nos deja pasar por el proceso doloroso de la poda, aunque estamos produciendo bien?
1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. 2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto.
— Juan 15:1-2 (LBLA)
Samuel E. Seo, Th. M. | 11 de junio 2020
Después de jubilarse, una pareja casada arrendó una casa con el plan de vivir ahí por el resto de sus vidas. La pareja, especialmente la esposa, estaba muy satisfecha con todo de su nuevo hogar: el sitio, su arquitectura hermosa, el moderno diseño de interiores, la selección de los colores acogedores, el espacio perfecto de las habitaciones, la vista bella por las largas ventanas en la sala y mucho más. La pareja no tenía ninguna queja. Después de vivir allí solo unos meses, el dueño de la casa le visitó y le dijo que quería renovar unas partes de su casa. En ese momento, la pareja sorprendida por la decisión no pudo imaginar un estado de la casa mejor de lo que estaba. Lentamente, empezó a sentirse triste, decepcionada y, sobre todo, preocupada.
¿Por qué el Padre sigue podando?
Dios es como el dueño de la historia que decidió remodelar su casa que ya estaba satisfactoriamente hermosa. Juan 15:1-2 dice: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto”. Jesús dice que los sarmientos que ya están buenos, o sea, los sarmientos que ya son fructíferos, el Padre los poda para que sean aún mejor. Pero ¿por qué? ¿Por qué no está Dios satisfecho con lo que ya está bien? ¿Por qué Dios nos deja pasar por el proceso doloroso de la poda, aunque estamos produciendo bien?
El Viñador perfecto
Primero, Dios poda a aquellos que ya están buenos, porque Dios es mucho más que bueno; Dios es perfecto. Es por esto que Dios no nos salva porque hemos sido buenos en nuestras vidas. Dios nos salva solamente si aceptamos a Su Hijo perfecto como nuestro Cordero de Dios quien murió por nosotros. Dios solo puede estar satisfecho con la perfección. En Mateo 5:48, Jesús dice: “Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”. El Viñador perfecto seguirá obrando con la meta de hacernos perfectos como Su Hijo Jesucristo.
La Vid infinita
Segundo, Dios poda a aquellos que ya están buenos, porque Su Vid verdadera es capaz de mucho más. La Vid verdadera, Jesucristo, no es solo capaz de sostener sarmientos de productividad buena. No. La Vid verdadera es capaz de sostener sarmientos con una productividad infinita que dura para la vida eterna. Si Jesús pudo cargar los pecados de todo el mundo (1 Juan 2:1) y proveer la vida eterna para todos los que serían salvos, entonces Jesús también es capaz de proveer el apoyo a sus sarmientos para que pueda ser infinitamente fructíferos. La Vid infinita siempre sorprenderá a sus sarmientos con Su capacidad poderosa.
El sarmiento glorioso
Tercero, Dios poda los que ya están buenos, porque desea galardonar sus sarmientos con una gloria eternamente superior. Jesús dice en Lucas 19:26: “Os digo, que a cualquiera que tiene, más le será dado, pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”. Dios desea compartir Su infinita gloria con sus sarmientos. Pablo dice en Colosenses 3:4: “Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria”. Dios nos poda para que podamos ser dignos de la gloria a través de nuestra productividad que fue posible a través de la Vid infinita.
El Viñador quien obra sin descanso
De pronto has hecho la pregunta por qué Dios nos deja pasar por dificultades en nuestras vidas. ¿Por qué está Dios permitiendo esta dificultad? ¿Por qué está Dios permitiendo este sufrimiento en mi vida? ¿Por qué está Dios permitiendo mis tribulaciones cuando estoy siendo bueno delante de Él? Dios lo permite, porque es para perfeccionar lo que ya es bueno. Es para embellecer aún más lo que es bello. Es para completar aún más lo que ya es satisfactorio. Es para hacer abundante lo que es simplemente suficiente. Santiago 1:2-5 dice: “2Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, 3sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, 4y que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada”.
Dios seguirá obrando en podarnos, porque la meta de Dios el Viñador es perfección. Dios seguirá obrando en podarnos, porque Su Hijo Jesucristo es infinitamente capaz. Dios seguirá obrando en podarnos, porque podemos ser sarmientos con gloria incomprensiblemente superior de lo que hemos pensado.
Copyright © 2020 por Samuel E. Seo.
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.lbla.com.