REFUGIO EN LA QUIETUD: LA CARGA LIGERA
Mientras todos los otros yugos del mundo nos llevan a la esclavitud, el yugo de Cristo nos conduce hacia la libertad.
28 Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso.
29 Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma.
30 Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana».
— Mateo 11:28-30 (NTV)
Daniel E. Seo, Th. M., MABC | 1 de septiembre 2023
¿Alguna vez has sentido las cargas de la vida? Puede ser que seas una madre soltera, haciendo todo lo posible por criar a tu hijo o hija, y te sientes agotada, sola y abrumada por la carga de la responsabilidad. Puede ser que eres alguien que no tiene un trabajo y sientes la presión financiera, viendo cómo las deudas se acumulan, y sientes la carga de la inseguridad. Por el contrario, si tienes un trabajo, es probable que las demandas laborales te han abrumado, y sientes la carga del estrés y la ansiedad. Si eres estudiante, las cargas académicas pueden pesar sobre ti. Las cargas que experimentamos en la vida son constantes, afectándonos física, emocional y relacionalmente. Sin embargo, debemos recordar algo importante: debemos confiar en Dios, entregándole nuestras cargas, porque Él cuida de nosotros y nos brinda descanso.
Es por esto que Jesús nos hace una invitación magnífica en Mateo 11:28-30. Jesús nos llama a venir a Él y a ponernos Su yugo para aprender de Él. La ironía de esta invitación es que los yugos no eran algo deseable en ese contexto. Los yugos representaban opresión, una carga pesada e incluso esclavitud. Aun así, Jesús nos invita a ponernos Su yugo. ¿Por qué haría una invitación así?
Estar bajo un yugo, espiritualmente, tenía el significado de estar unido a lo que estaba del otro lado del yugo. En este sentido, Jesús está implicando que mientras los yugos del mundo nos conducen a la esclavitud, Su yugo es fácil porque trae libertad (versículo 30). Estar unidos a Jesús a través de Su yugo nos trae libertad en lugar de esclavitud. Es por esto que Jesús asegura que puede brindarnos descanso si llevamos Su yugo porque Él nos puede guiar y dirigir en humildad, en contraste con la pesadez de los yugos del mundo.
La única razón por la que Jesús nos puede ofrecer esta invitación es porque Él llevó todas nuestras cargas en la cruz. Lo más importante es que Él se llevó el pecado, aliviándonos de la esclavitud que trae el pecado. Te animo para que aceptes la invitación de Cristo. Él te dice: "Ven a mí. Ponte mi yugo. No te apresuraré ni te llevaré más allá de tus límites, como lo hacen los yugos del mundo. Caminaré contigo pausadamente y te guiaré por senderos de justicia. Te enseñaré cómo vivir tu vida para que encuentres descanso para tu alma. Observa cómo entregué mi vida humildemente y te brindé libertad. Considera cómo te amé con humildad en la cruz y halla tu descanso en mí".
En este momento, elige ponerte el yugo de Cristo, permitiendo que Él te guíe, enseñe y brinde el anhelado descanso para tu alma.
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