SOMBRAS DEL REINO
Aprovecha las sombras del Reino para anhelar, buscar y esperar a Dios y Sus tesoros en Su Reino.
4 Como no pudieron acercarse a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo encima de donde Él estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que estaba acostado el paralítico. 5Viendo Jesús la fe de ellos, dijo* al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados». — Marcos 2:4-5 (NBLA)
Samuel E. Seo, Th. M. | 6 de septiembre 2021
La historia de Marcos 2:1-12 se trata de un paralítico cuyos amigos removieron el techo de la casa donde estaba Jesús y bajaron al paralítico para que Jesús pudiera sanarlo. Cuando Jesús vio la fe del paralítico y sus amigos, Jesús dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados». Cuando los escribas pensaban que Jesús estaba blasfemando, Jesús sanó al paralítico validando Su autoridad para perdonar pecados.
Pero hay algo profundo que podemos aprender sobre el valor de los diferentes tipos de bendiciones de Dios. Aunque el paralítico y sus amigos estaban buscando la sanación física, Jesús primero bendijo al paralítico con una bendición superior, una sanación espiritual — el perdón de los pecados, cual es una bendición del Reino. Esa bendición superior hubiera sido más que suficiente para el paralítico, pero Jesús, en Su gracia abundante, también le bendijo con la sanación física.
Todos los cristianos buscamos las bendiciones físicas de Dios para satisfacer nuestras necesidades. Aun Jesús nos enseña a orar: «Danos hoy el pan nuestro de cada día». Buscar bendiciones físicas es bueno, hasta que empezamos a desear las bendiciones físicas como si fueran las mayores bendiciones de Dios.
La realidad es que las bendiciones físicas son simplemente «sombras», es decir, vistas previas, vistazos limitados o ilustraciones menores de las bendiciones del Reino. Por ejemplo, la prosperidad material del mundo es solo una sombra pequeña de la riqueza y prosperidad de satisfacción, gozo, paz, y seguridad perfecta y eterna que existirán en el Reino de Dios. La fama y el reconocimiento del mundo son sombras del prestigio, amor, honor y de la exaltación infinita y eterna que Dios nos dará en Su Reino.
Después de un día largo de trabajo, tomas una ducha y te acuestas en tu cama, ese alivio que sientes es una sombra del alivio superior y eterno que sentirás en el Reino de Dios. Cuando comes comida deliciosa en un restaurante que siempre has querido ir a comer, ese deleite que experimentaste con la comida es una sombra del deleite incomparablemente superior que existirá en el Reino de Dios. Cuando te sientes consolado por un hermano o una hermana de la iglesia, eso es una sombra de Dios quien «enjugará toda lágrima» de tus ojos. La belleza del hombre más guapo y la mujer más hermosa que has visto en la televisión, revista o en las redes sociales es una sombra de la belleza más gloriosa que tendrás en el Reino de Dios. Cuando te enamoraste por primera vez, esa emoción increíble que sentiste es una sombra del enamoramiento extático que sentirás hacia Jesús en Su Reino. La casa más hermosa que has visto es una sombra de solo una casa inferior que existirá en el Reino de Dios. El barrio más lujoso que existe en este mundo es solo una sombra del barrio más pobre que tendrá calles de oro en el Reino de Dios. El paisaje más hermoso que has visto en este mundo es una sombra de solo un paisaje inferior del «cielo nuevo y la tierra nueva» donde Jesús gobernará.
¿Qué tipo de bendiciones estás buscando? ¿Estás buscando más las bendiciones de sombras o las bendiciones del Reino? Si estás solamente buscando las bendiciones mundanas, eso puede ser evidencia de que tienes un entendimiento inadecuado de la gloria, belleza, el prestigio, y la majestad que se encuentran en Su Reino y las cosas tremendas y gloriosas que Dios quiere ofrecerte para siempre.
La meta de tu vida cristiana en la tierra caída no es simplemente para sentirte satisfecho con las cosas buenas que duran por un poco de tiempo, sino para anhelar y depender de las mayores bendiciones que te esperan con Dios en Su Reino. Aprovecha las sombras del Reino para anhelar, buscar y esperar a Dios y Sus tesoros en «una patria mejor, es decir, la celestial». Amén.
Copyright © 2021 por Samuel E. Seo.