El aceite y el agua nunca se mezclan, por mucho que lo intenten. Esto se debe a que el aceite tiene características específicas que solo tiene el aceite, y a que el agua tiene características específicas que solo tiene el agua. Asimismo, un cristiano nunca puede compartir su corazón santo y su mente limpia con un incrédulo. En otras palabras, es como el aceite y el agua que nunca se logran mezclar porque el espíritu de un creyente y el espíritu de un incrédulo son diferentes.

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El yugo desigual
En 2 Corintios 6:14, el apóstol Pablo dice: “No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos”. Luego, el apóstol Pablo prueba el hecho de que los creyentes no pueden estar unidos en yugo desigual con los incrédulos usando cinco contrastes: “la justicia y la iniquidad”, “la luz y las tinieblas”, “Cristo y Belial”, “la fe y la incredulidad” y “el templo de Dios y los ídolos”. La razón detrás de estas palabras de Pablo hacia la iglesia en Corinto es porque muchos de ellos estaban sumergidos en pecado.

La iglesia en Corinto era una iglesia con muchos conflictos, fornicación y adulterio (1 Corintios 1:10-12; 5:1-2; 6:15-18). Eran personas que, aunque asistían a la iglesia en Corinto, todavía seguían en pecado al estar unidos en yugo desigual con los incrédulos. El apóstol Pablo advirtió a tales miembros: “¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9-10, LBLA). Por lo tanto, el que está unido en yugo desigual con un incrédulo se le dificulta vivir en santidad. Se le dificulta permanecer con el Señor Jesús. ¿Cómo puede prosperar la santidad con la impureza? ¿Cómo puede el Espíritu Santo estar con un espíritu maligno? ¿Cómo puede Jesús asociarse con el diablo? ¿Cómo puede una santa hija de Dios vivir con un hombre incrédulo y rebelde? ¿Cómo puede un santo hijo de Dios casarse con una mujer incrédula que adora al mundo? ¡No! Nunca se debe estar unido en yugo desigual con un incrédulo ni con una incrédula.

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El sufrimiento por el yugo desigual
Cuando estemos unidos en yugo desigual con el incrédulo, sufriremos por el conflicto y el pecado. Al arar un campo o tirar de un carretón, el buey debe estar unido en yugo, o sea se debe atar los bueyes. Al buey rebelde no le gusta ser uncido en el cuello. Sacude la cabeza de derecha a izquierda para evitar el yugo, porque estar unido en yugo es doloroso. Para labrar la tierra, los dos bueyes deben moverse y actuar juntos al mismo tiempo en dondequiera que los guíe el dueño. Nunca pueden actuar por separado.

Por lo tanto, mientras estemos unidos en yugo desigual con el incrédulo o con la incrédula que está bajo la influencia y el control de Satanás, no podremos disfrutar el gozo y la paz que Dios nos da para nuestras vidas y en nuestros hogares. Perder este gozo y paz es siempre doloroso. Es un dolor mental y espiritual, porque aquella vida es la vida sin la presencia de Dios. Es un mayor obstáculo para entrar al reino de los cielos para cualquier cristiano.

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Conclusión
¿Estás unido en yugo desigual con un incrédulo o una incrédula? El yugo desigual con el incrédulo dificulta vivir con el yugo de Cristo que nos promete el descanso para el alma. En Mateo 11:29, Jesús dijo así: “Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas” (LBLA). Jesús te manda a recibir Su yugo y aprender de Él. Es difícil ser dirigido y aprender de Jesús si estás unido en yugo desigual con un incrédulo o una incrédula. Quita tu yugo desigual con el incrédulo porque tu Señor manso y humilde de corazón te promete el descanso verdadero para tu alma.

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